sábado, 29 de junio de 2013

Trabajo y poco a poco


Duro trabajo de escarda por parte de Alicia y Yoyi.
A ver si sacamos adelante las cebollas, muy perjudicadas por los fríos de esta impostura de  primavera y por la sombra que sufren hasta el medio día.
Otra temporada habrá que destinar ese espacio a coles y coliflores, mas amigas de temperaturas frescas.
Mientras las dos "jefas" dan el callo, observe el lector el descanso de Héctor, malherido por las ampollas en las manos. Y el hoyo del cerezo sin terminar.






 Una huerta puede llegar a ser el más hermoso de los jardines. Necesita del trabajo amoroso, las caricias del sol y una acequia que beberse, después la naturaleza hace el resto, los pájaros ponen la banda sonora, sus frutos alegran la mesa y los mosquitos "pican que alampan"
Eso si: TIENE QUE GUSTARTE.




Esto no es una empalizada defensiva. Tampoco son las talanqueras para el encierro.
Es como quedan las tomateras al haber usado rastreles defectuosos de "En Ca Benino". La cosa es reciclar y aprovechar lo que se encuentre.
El resultado es contundente, pero las tomateras tienen unos tutores excelentes que resistirían un huracán.


Por cierto, los tomates se han puesto fuertotes, lo que hace el calorcito,
Los del invernadero están guapetones y ya muestran los primeros frutos, pequeñines, eso si.


Y yo más contento que un perro con dos rabos, no sé si comeremos mucho de la huerta, pero estoy disfrutando y aprendiendo, como nunca.

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