lunes, 10 de junio de 2013

Manual de riego

Una huerta hay que regarla.
El encargado de mantenimiento limpia la reguera
El encargado de mantenimiento limpia la reguera
Sobre todo en estos lares, en los que a pesar de las lluvias, el viento seco que azota estas llanuras hace que la tierra se reseque en pocos días.
Lo primero es limpiar la reguera.
Hace ya unos años que no hay huertas en este pago del pueblo, porque ahora la agricultura es menos artesanal y se dedica a otros cultivos.
Alrededor sólo hay ya tierras de cereal y otras holgadas, pero antes este era territorio de huertas y una reguera acercaba el agua.
La vieja acequia, que además suministraba de energía hidráulica al molino, ahora está casi ciega de vegetación y abandono.
Río Cea arriba, los antiguos hicieron una pequeña presa al la que se llama "El Puerto" y que sube el nivel del agua del río para que se llene una acequia que enriquece la vega.


El motoruco Piva
                                                                                                         





Antes se cerraba una compuerta y el agua salía por un pequeño canal auxiliar, pero ahora la obra de recuperar dicho canal, para hacerlo operativo, se nos antoja excesiva, así que tenemos un motoruco Piva que va a ayudarnos a sacar el agua de la acequia.
Imprescindible filtrar el agua para que
 no se "atore" la cebolla chupona.
Gasolina, manguera, un tirón violento de la cuerda de arrancar y a correr el agua por los surcos.













 Velay el resultado: el agua corriendo por los surcos, para regar lo que hasta la fecha parecen ser una birria de patatas.


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