domingo, 26 de mayo de 2013

Observe el espectador el fino estilo, la depurada técnica, el saber hacer.
 La tierra fue horadada por las rejas y abrió sus carnes para recibir la simiente. Todo ello con el saber del maestro y la ayuda de la mecanización.
Lástima que fuera prestado el chisme, para la próxima, si sobrevivimos, hay que comprar un telar de estos.
No sé si sacaremos algo, pero al menos ahorramos en dolor de riñones.





Plantitas, una a una.
En cada una un proyecto, una ilusión.
Planta a planta, al fin tenemos la huerta poblada, después del mal tiempo y la mala leche de una granizada, por lo menos tenemos algo que regar.
Del tirón hemos plantado las lechugas, tomates, el montón de cebollas, judías, melones, zanahorias etc, etc, etc.
Velay el resultado de sacar las fotos con una ful de móvil.



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